Verde embeleso
de la vida humana,
loca
esperanza, frenesí dorado,
sueño de los despiertos intrincado,
como de sueños,
de tesoros vana;
alma del mundo, senectud
lozana,
decrépito verdor imaginado,
el hoy de los dichosos esperado
el hoy de los dichosos esperado
y de los desdichados el mañana:
sigan tu sombra en busca de tu día
los que, con verdes vidrios por anteojos,
los que, con verdes vidrios por anteojos,
todo lo ven pintado a su deseo:
que yo, más
cuerda en la fortuna mía,
tengo en entrambas
manos ambos ojos
y solamente lo que toco veo.
Sor Juana Inés de la Cruz
Escritora mexicana, la
mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. La influencia del
barroco español, visible en su producción lírica y dramática, no llegó a
oscurecer la profunda originalidad de su obra. Su espíritu inquieto y su afán de saber la llevaron a enfrentarse
con los convencionalismos de su tiempo, que no veía con buenos ojos que una
mujer manifestara curiosidad intelectual e independencia de pensamiento.
En este texto la autora desprecia a la esperanza y nos hace una
invitación a que, como ella, disfrutemos de lo que tenemos a la vista y entre
las manos.
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