Soneto XXIII
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.
Garcilaso de la Vega
Biografía
Garcilaso de la Vega (1501-1536) fue un poeta y militar español, considerado uno de los máximos exponentes del Renacimiento en la literatura española. Nació en una familia noble en la ciudad de Toledo. Su educación en la corte le permitió acercarse a las corrientes humanistas y la poesía italiana, influyendo profundamente en su obra.
Garcilaso es conocido por su uso del soneto y otras formas poéticas, fusionando la lírica clásica con temas amorosos y la naturaleza. Sus poemas, como "Soneto XXVI" y "Égloga I", reflejan su amor por la belleza y la melancolía, a menudo inspirados por su amor no correspondido por Isabel Freire.
Además de su labor literaria, Garcilaso tuvo una carrera militar, participando en varias campañas en Italia, lo que también marcó su vida. Murió joven tal día como hoy en batalla en 1536, pero su legado perdura como un puente entre la poesía medieval y el Siglo de Oro español. Su obra ha influido en numerosos poetas posteriores y es fundamental en la historia de la literatura española.
Reseña
El Soneto XXIII de Garcilaso de la Vega es una de sus obras más emblemáticas, en la que el poeta explora el paso del tiempo y la belleza efímera de la juventud. Compuesto en forma de soneto, que consta de catorce versos endecasílabos distribuidos en cuatro estrofas (dos cuartetos y dos tercetos), el poema refleja la influencia del Renacimiento y el ideal de la poesía amorosa.
La temática central del soneto se centra en la idea de aprovechar la belleza y la juventud mientras dure, con el famoso verso "En tanto que de rosa y azucena" como imagen clave. Aquí, Garcilaso utiliza la naturaleza como símbolo de la belleza, comparando a la amada con flores que florecen y marchitan, lo que subraya la transitoriedad de la vida y el amor.
A lo largo del poema, el tono es melancólico pero también lleno de urgencia. El poeta invita a su amada a disfrutar de la juventud antes de que el tiempo la consuma. Esta reflexión sobre la belleza y el paso del tiempo es un tema recurrente en la poesía renacentista, pero Garcilaso lo aborda con una profundidad emocional y una musicalidad que lo hacen destacar.
En resumen, el Soneto XXIII es una obra maestra que encapsula la filosofía del Carpe Diem del Renacimiento, invitando a la contemplación y a la celebración de la belleza en su máximo esplendor, mientras recuerda la inevitabilidad del tiempo.
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